Cómo siempre que hablamos de montar en moto; cualquier excusa es buena para ponerse el casco y escaparse.
Mi excusa esta vez, era hacer los primeros 1.000 km a “Mariona” y por lo tanto el rodaje a mi nueva BMW R1200 GS Adventure.
La previsión meteorológica para ese largo puente de tres días, que teníamos en Madrid, anunciaba lluvias para el domingo y lunes; así que me decidí a subir el sábado hasta Palencia y visitar parte del denominado “Canal de Castilla”.
Un poco de historia
Antes de nada os contaré qué el Canal de Castilla es, ni más ni menos, una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes realizadas en España, entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del XIX.
Aunque la parte que yo fui a visitar está en Palencia, también recorre parte de las provincias de Burgos, Valladolid y León.
El motivo que llevó a Fernando VI, ordenar a Antonio de Ulloa el diseño y construcción de este canal, fue que se convirtiera en una vía que facilitara el transporte del trigo de Castilla hacia los puertos del norte y de allí a otros mercados.
El 14 de diciembre de 1849 comienza su explotación por parte de la Compañía del Canal de Castilla; aunque la navegación comenzó a finales del siglo XVIII, la época de mayor esplendor tuvo lugar entre los años 1850–1860, cuando hasta 350 barcas que surcaban el Canal.
Declive del uso del Canal como vía de transporte
Desde la puesta en funcionamiento de la línea de ferrocarril entre Valladolid–Alar del Rey, la cual discurría con un trazado casi paralelo, se limita su uso del Canal porque la vía ferroviaria era más económica.
Aunque esto propició que poco a poco quedará obsoleto; su cauce siguió (siento utilizado para alimentar de electricidad) ayudando al desarrollo económico e industrial de las localidades por las que discurre.
Mi ruta hacia el Canal de Castilla
La ruta que tomé hasta llegar a Palencia, me llevó a lo largo de carreteras de Segovia y Valladolid; intentando evitar los tramos de autovía y aprovechando el recorrido para disfrutar de los primeros signos del otoño.
Como ya he comentado, el Canal de Castilla recorre parte de las provincias de Burgos, Valladolid, Palencia y León; si bien, mi interés principal era llegar hasta Calahorra de Ribas (a unos 25 km pasado Palencia), punto dónde se encuentra una gran esclusa; que permitía a las barcazas pasar de un tramo a otro de diferente nivel.
La singularidad de esta esclusa, es qué se trata de una esclusa triple ovalada, sin duda toda una joya para aquella época. Junto al puente se encuentra un monolito que conmemora la unión entre las obras del Ramal del Norte y el de Campos en agosto de 1791; y un poco más allá, unos antiguos y ruinosos edificios.
Como curisosidad, menudo susto que me dieron unos tipos que había dentro de uno de los edificios derruidos y que estaban con estas pintas…