Tras algún tiempo sin contar ninguna historia particular de ningún viajero, en este post voy a presentaros a Ricardo Fité, quién un día se fue a Mongolia en moto sin decírselo a la mama.
Al contrario que en otras historias, Ricardo Fité no viaja a lomos de una maxitrail sino sobre otro tipo de motos que es menos habitual verlas en este tipo de situaciones. Pero cómo Ricardo demuestra, son más importantes las ganas de viajar, que el medio sobre el cual hacerlo.
- Nombre completo o apodo por el que se te conoce.Mi nombre es Ricardo Fité González, pero también me conocen como “Pop Ricard”.
- ¿A qué te dedicas?¿Cual es tu profesión o trayectoria?Soy Licenciado en Educación Física y me apasiona el mundo de la enseñanza. Durante años he trabajado enseñando a nadar, sin embargo en el 2012 ante la falta de perspectivas en Barcelona decidí que al volver de mi viaje por Rusia iría parando en las principales ciudades europeas para buscar mejores oportunidades.
Probé suerte en Estocolmo y desde entonces aún sigo aquí como profesor particular de castellano y catalán. Principalmente trabajo con niños, ellos proponen las actividades y la única condición es que las hagamos en castellano o catalán.
Ellos aprenden un idioma y yo recupero el arte de jugar por jugar.
- ¿Cómo te llegó la afición a las motos?A los 22 años aunque las motos me daban miedo necesitaba una para moverme e ir a la universidad, así que me hice con un scooter Peugeot.
Justo esos meses un amigo estaba a punto de tirar a la basura dos cajas de la revista Solomoto30 y le pedí que me las diera para curiosear.
Eran de los años 80 y en la sección la Gran Aventura, pude ver a viajeros que sin grandes recursos llegaban muy lejos.
Eso despertó mi interés por los viajes en moto. Compré una Yamaha SR250 Special y empecé a salir los domingos cada vez más lejos. Esa combinación fue el principio de una afición que aún dura.
- ¿Qué significa para ti montar en moto? Principalmente significa libertad. Desde un domingo por la mañana en el que improvisas dónde vas, hasta una ruta por Asia parándome donde te apetezca.
Abrir la visera del casco y sentir el viento en la cara es algo muy especial, es como ir en tu bicicleta cuando eras niño, solo que mucho mejor. Además se me ocurren pocas cosas tan románticas como salir de vacaciones con la moto cargada.
- ¿Cuál fué tu primer viaje, tu motivación y con qué moto lo hiciste?Una Semana Santa cargué la Yamaha Special y fui desde Barcelona a Torla, un pueblecito del Pirineo Aragonés.
Lo viví con una ilusión increíble, me parecía que me iba al fin del mundo.
Después de eso seguí leyendo los artículos del Solomoto y libros de alpinistas. Reinhold Messner es uno de los mejores y antes de subir al Everest sin oxígeno en solitario decía:
“Seré capaz de arreglármelas yo solo allí arriba?”
Me encantó, lo hice mío y decidí que quería probar si realmente me gustaba viajar en moto. Pensé que Marruecos era el destino ideal para probar si sería capaz de arreglármelas yo solo y si además lo hacía de buen humor. Para entonces ya tenía una Honda CB750 del 93. Lo hice y me encantó.
Al verano siguiente fui a ver el Monte Ararat a Turquía pero fue tan intenso que volví sin tener claro si lo había pasado bien o no. Por eso el siguiente fue Cabo Norte, un destino mucho más fácil y en el que te aseguras volver a casa con una buena asociación de ideas entre viajes y moto. A partir de ahí cada verano ha habido un viaje.
- ¿Cuales han sido tus siguientes viajes? ¿Con qué motos los hiciste?Después de Marruecos en 2007 y Cabo Norte en el 2008, cada verano prácticamente he podido viajar.
En 2009 al Pirineo con uno de mis mejores amigos, en 2010 a Italia, Austria, Alemania,… todo esto fue con la Honda CB750.
En 2011 fue el Mongol Rally con una Yamaha SR250 Classic.
En 2012 subí a Murmansk, una ciudad del Norte de Rusia, cerca de Noruega con la Honda.
En 2013 volé a India y fui desde Delhi hasta Manali, Leh,… una ruta muy divertida por una pequeña parte del Himalaya con una Royal Enfield alquilada que al final solo arrancaba empujándola 😉
En 2014 fui de Estocolmo a Barcelona pasando por Irán, en 2015 desde Estocolmo al Pamir (Tayikistán) y vuelta a Suecia.
El verano pasado fui a Vladivostok pero para volver metí la moto en el tren transiberiano y me la enviaron a San Petersburgo. Al cabo de dos meses la fui a recoger.
Hay gente que le apasiona África, a mí me encanta Rusia y el vivir en Estocolmo supone una gran ventaja en ese sentido porque aquí se coge un barco y por la mañana amaneces descansado en Helsinki, de ahí a San Petersburgo hay unos 250 kilómetros y hasta Moscú 800 kilómetros más. A partir de ahí las posibilidades son infinitas.
- ¿Próximos planes?En octubre compré una Yamaha XT600 del 1993 por 1.300 €. Creo que en mi caso es la moto ideal, pequeña, ligera y muy simple.
Me gustaría ir a Pakistán pasando por la Karakorum Highway, pero antes quiero parar unos días en el Monte Lenin en Kirguistán para dejar la moto y perderme unos días por la montaña viajando en burrito.
Quiero comprobar si seré capaz de arreglármelas yo solo por aquellos lares y quiero aprender y vivir la experiencia de viajar de ese modo. A partir de ahí la intención es que la moto se quede donde sea, yo vuelva para trabajar en invierno y al verano siguiente volar para seguir viajando.
Ya no quiero tener la preocupación de la vuelta, quiero estar más relajado en ese sentido y si me quiero quedar unos días en un sitio quedarme sin la preocupación de tener que cumplir ninguna fecha.
- ¿Cuál sería el hecho del que más te sientes orgulloso como motociclista?¿Por qué?No sé si orgulloso es la palabra, pero sí puedo afirmar que estoy contento de haber dado el paso de ir al Pirineo con la Special y después a Marruecos con la Honda.
El haberme decidido o el darme la oportunidad de probar esto de los viajes en moto me hace sentir bien.
También el haber publicado un libro (“No le digas a la mama que me he ido a Mongolia en moto“) y que la gente después de leerlo me escriba para decirme que les ha gustado reconozco que me hace vibrar mucho.
- En el caso de tener vídeos de tus viajes, ¿cuáles serían tus 6 vídeos preferidos?No tengo canal propio de Youtube porque nunca he editado. De hecho solo tengo un par de videos y los anuncios que le pedí a mi hermano Menna (trabaja como director de cine) que me hiciese con motivo de la publicación del libro.
Menna tiene un gusto especial a la hora de editar, por eso prefiero esperar a que tenga tiempo para ello en lugar de hacerlo yo mismo y que no me sienta del todo cómodo con lo que ha salido.
- ¿Dónde se puede conseguir más información?La web específica del libro es www.noledigasalamama.com y los que quieran saber más sobre mi pueden localizarte fácilmente en mi cuenta de Facebook.
Si has llegado hasta aquí habrás comprobado que la pasión por un viaje en moto siempre es mayor a la lógica sobre si debes o no hacerlo con un tipo concreto de moto.
Ahora la decisión es tuya. Puedes seguir engañándote con eso de que con tu moto no puedes viajar, y con viajar no me refiero a ir a Mongolia sino ni siquiera salir de tu región. O puedes cogerte un mapa y empezar a pensar cuál será el próximo o incluso, tal vez el primer, destino de tu próximo viaje en moto.
Ya no puedes evitarlo, ya eres #OtroEnMoto.