Este mes de agosto me lo he pasado probando la Benelli Leoncino y la Benelli 502C. Ha sido una oportunidad que empezó a gestarse cuando allá por el mes de Mayo contactaron conmigo desde el departamento de prensa de Benelli para hablarme del proyecto “Kilómetros Solidarios”.
Kilómetros Solidarios
El proyecto de Benelli llamado “Kilómetros Solidarios” consiste en poner a disposición de profesionales del mundo de las dos ruedas (prensa especializada, influencers, expilotos, concesionarios Benelli, youtubers…) una Benelli Leoncino Trail, con matrícula 0886KPJ.
Toda esta gente será la encargada de intentar realizar el mayor número posible de kilómetros a lo largo de la geografía española. Por el momento han participado Mujeres Moteras, Rutas Perras, Wheels&Waves, Titan Road, De Ruta con Montse, la revista Solo Moto, Veteranas Off-Road, Motovolta, Rider 1000, CROM Ride ,Xavi Fabregas y Encinetti.
El proyecto se desarrollará durante todo el año 2019. Al finalizar, la suma total de esos kilómetros se transformarán en una donación económica a la Fundación Aladina, en función de 1€ por cada 10 kilómetros que tenga el marcador hasta los primeros 30.000 km, y de 2€ por cada 10 kilómetros por los que pasen de los 30.000.
Así pues, con ese buen motivo para hacer kilómetros, dejé por unas semanas aparcada a Mariona y me subí a esta Benelli Leoncino Trail.
Benelli Leoncino Trail
Acostumbrarme a la Benelli Leoncino Trail, más allá de la diferencia de potencia de mi actual moto, no fue difícil. Es una moto que toma como base de la versión naked de la Benelli Leoncino, pero modificada con unas nuevas llantas de radios y neumáticos de tipo trail de 19 y 17 pulgadas. También incorpora un sistema de frenada delantero con pinzas flotantes de 2 pistones en lugar de las radiales de 4 pistones de su hermana naked.
Su postura de conducción elevada y sus suspensiones con mayor carrera en ambos trenes, hacen de esta moto una gran opción si estás pensando en una moto con una buena relación calidad/precio.
Más allá de los aspectos técnicos, en estas dos semanas que pasé con la Benelli Leoncino Trail como moto del día a día, recorrí cada mañana el trayecto desde mi casa al trabajo. Cerca de 120 kilómetros diarios por autovía y carreteras secundarias. Los consumos y aspiraciones de esta moto, la verdad es que sorprenden gratamente cuando estas acostumbrado a una moto de otro segmento distinto. Para estos trayectos, el motor de 47,6 CV se comportaba de forma correcta, aunque si hubiera tenido 20 CV más hubiera sido, en mi caso, una buena opción para convertirse en una moto candidata para mi día a día.
Como os podéis imaginar todos aquellos que me conocéis y que estáis al tanto de mi proyecto Reto #ToroEnMoto, no podía dejar de acercarme hasta el toro de Osborne de Cabanillas de la Sierra con la Benelli Leoncino Trail para hacerla unas fotos.
Pero cómo todo en la vida, nuestro tiempo juntos terminó y llegó la hora de devolverla, aunque esa despedida iba a tener un toque agridulce. Allí, en el taller de Sergio se encontraba la que iba a ser mi compañera durante el resto del mes. Se trataba de una Benelli 502C.
Benelli 502C
Aquella Benelli 502C me llamó la atención nada más verla. Aunque no es una moto especialmente grande, la forma de su depósito, su asiento trasero corto y sobre todo, la posición avanzada de los pedales, un rollo cruiser que aporta un aspecto canalla que mola mucho.
A nivel técnico, tanto la Benelli 502C, la Leoncino y la Leoncino Trail, son motos que comparten un mismo corazón: su motor. Un motor Twin paralelo de 4T con refrigeración líquida y una potencia máxima de 47,6 CV, que te permite conducirlas con el carnet A2.
La Benelli 502C está construida sobre un bastidor multitubular de acero, cuenta con una horquilla invertida con barras de 41 mm , sistema de frenos con ABS Bosch y una instrumentación digital que se adapta a la luz (este es el único pero que le pondría a la moto ya que con mucha luz solar no se casi nada en ella).
Al igual que con la Benelli Leoncino Trail, cada mañana cogía la 502C para realizar el trayecto desde mi casa al trabajo. La postura de conducción hacía que esos 120 kilómetros diarios tuviera que tomármelos con algo más de calma ya que la aerodinámica jugaba en mi contra. Una vez en la cuidad, la 502C se mostraba mucho más ágil y su aspecto captaba más de una mirada indiscreta en los semáforos.
Y llegó Septiembre
Con la llegada del mes de Septiembre, terminaron para muchos las vacaciones y para mi, terminaron esos días con las Benelli. Este ha sido un verano algo atípico sin vacaciones fuera de Madrid, pero que recordaré por la visita de estas dos italianas de nombre Benelli.
Ciao bellas!!
Una experiencia muy interesante para aprender sobre este modelo y sus usos en ciudad y campo.
¡Gracias por compartirla!
Gracias a ti por dejarme tu opinión! Un abrazo